¿Cuánto podremos decir ante la situación de Ciudad Juárez? ¿Nos alcanzarán las palabras? ¿Encontraremos los adjetivos para describir lo que aún de lejos se vive como injusto, cruel e inhumano? ¿Encontraremos la forma de desahogar nuestra ira e impotencia ante la vil e inmoral respuesta de nuestros gobernantes?
Juárez se convierte a pasos agigantados en una triste parodia de nuestra mohosa y moribunda sociedad. ¿Cuántos amigos adolescentes de los masacrados, seguirán convencidos hoy en día de que vale la pena estudiar, alejarse de las drogas y de las pandillas? ¿Cuántos seguirán aferrados a un estilo de vida alejado de la violencia si a pesar de todo sufren las muertes y la barbarie? ¿Cómo evitarán caer en la idea de venganza?
México no deja de derramar sangre sin sentido, y las lágrimas de los mexicanos no alcanzan todavía para curar la herida.
Cada vez es más inútil una guerra directa, que no aporta nada más que ataúdes y desconsuelo.
¡YA BASTA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario